La cloroquina es el tratamiento y profilaxis contra la malaria recomendado por la OMS en países o zonas geográficas endémicas de paludismo sin resistencias del Plasmodium a la cloroquina. Se usó por primera vez en los años 40 poco después de la segunda guerra mundial. Para la prevención de la malaria en los adultos, por lo general, se toma una dosis una vez a la semana, siempre en día fijo y después de la comida principal. La profilaxis se inicia dos semanas antes de viajar a la zona endémica de paludismo, durante el período de estancia y cuatro semanas después de abandonar la zona de riesgo. Es más probable que se produzcan efectos secundarios graves si se usa a largo plazo y no si se utiliza para el tratamiento de ataques agudos de malaria. Los efectos secundarios bajo medicación antipalúdica incluyen: nauseas, vómitos, diarreas, prurito, somnolencia, mareos, cefaleas, retinopatía, opacificación de la córnea, alteraciones hepáticas, etc. Además, la terapia de prevención no elimina completamente la posibilidad de sufrir un ataque agudo de malaria. Peor el remedio que la enfermedad, vamos.
“A ella le gusta la cloroquiiiina, dame más cloroquiiiina. Cómo le encanta la cloroquiiiina, dame más cloroquiiiina”, Baturrico Yonkie.
1 comentario:
Pasa pues Santi!!
Me enteré por el Yeyú que os habíais marcado un viaje a Lanzarote, qué cabrones (el e-mail no me llegó…). Espero que no os hayáis gastado todo los ahorros y os quede algo para venir por el Caribe, a Guadalupe, por ejemplo. En cuanto vuelva de La Habana te cuento.
Un abrazo,
Javi
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