viernes, julio 15, 2005

Vudú

Hoy ha sido la primera noche en un mes que he podido dormir sin tapones en los oídos. Al lado de donde vivo se celebran ceremonias de vudú que son un verdadero taladro que dura hasta las cinco de la mañana. Mi guía de viaje las describe diciendo que “el sonido de tambores de piel de vaca empieza a invadir el aire de la noche con tortuosos polirritmos que cambian a cada canción”. Puestos a elegir me quedo con la Ruta del tambor y del bombo o el Drum machine de Tokioplastic.

Parece que los tópicos de los zombis de ojos saltones y los muñecos de vudú atravesados por alfileres son el resultado de confundir esta religión con las prácticas mágicas del hocor o hechicero. A mi la explicación muy tranquilo no es que me deje.

Por lo que he visto la peña va a misa los domingos y luego se apuntan sin problemas a los saraos de vudú. El resto se reúnen el domingo por la mañana también cerca de aquí a dar el coñazo con un soundsystem del copón subvencionado por protestantes evangélicos fundamentalistas que, como en el resto de las Américas, están hasta debajo de las piedras.

No hay comentarios: