domingo, noviembre 26, 2006

Los delincuentes y la banda del farol


El Hotel Heberson es uno de los pocos lugares en Gonaïves que permanecen iluminados por la noche, mientras el resto de la ciudad queda a oscuras por falta de suministro eléctrico.
A la entrada del establecimiento un cartel reza: “Attention elèv pa etidyé devan ho(tel)” (Atención escolares, prohibido estudiar delante del hotel), pero ahí están ellos cada noche desafiando la prohibición con sus cuadernos y libros de texto. En época de exámenes son tantos los jóvenes repasando apuntes a la luz de las farolas de este hotel que parece que alguien haya organizado un flashmob.

5 comentarios:

Julián dijo...

Aquí estamos mi hijo y yo viendo como se hacen los muchachitos en Gonaives. Excelente el comentario.Un saludo desde las fuentes del Ebro

Steven Gehy dijo...

Su blog es muy interesante.

He tomado la libertad de colocar el link de su pagina en mi blog "Desde Haiti Chérie.(http://petionvillehaiti.blogspot.com/) ¡Felicidades!

Baturrico dijo...

Steven, gracias por el link.

AYITISOUPYE dijo...

Saludo…
Hoy he encontrado su blog que encuentro muy simpático. Por eso le envió este comentario para incentivarle a que siga con esta iniciativa que pide tiempo y reflexión…
En Haití siempre ha sido costumbre ver estudiantes debajo de los faroles en diferentes puntos de la ciudad estudiando en diferentes épocas del ano. Algunos lugares del país eran celebres por la gran concentración de estudiantes y así el Champ de Mars era el lugar por excelencia.
Es cierto que la gran mayoría de estudiantes que frecuentaban estos lugares lo hacían porque carecían de luz en sus propias casas pero muchos de ellos huían la situación de promiscuidad que existía en sus hogares es decir vivían a muchos en casas de superficie reducida y no era posible encontrar un lugar quieto y tranquilo para estudiar y asimilar.
Pero se hizo tan de moda que algunos de los utilizadores de la luz de esas farolas lo integraban mas bien en un “programa” que juntaba lo útil con lo agradable en la medida en que estas salidas para estudiar era una excusa aceptada por los padres y detrás de la faena de los libros se hacían encuentros lejos de los ojos indiscretos acusadores de los padres.
Esta práctica haitiana ha sido mostrada en otros países desarrollados para establecer un paralelo entre aquellos que lo tienen todo y no quieren estudiar y aquellos que carecen de todo y hacen sacrificio para aprender y cultivarse.
Hay que notar también que en la época de las dictaduras de Duvalier el grupo de los estudiantes representando una amenaza perpetua para estos regimenes y sobretodo el de François Duvalier intelectual practicando la política del oscurantismo, era infiltrado por seudo estudiantes enviados en misiones secretas para dar con los comunistas en hierba. Se relata varios casos de estudiantes quienes fueron apresados mientras estudiaban debajo de una farola.
Es patético el iniciativo de los propietarios de este hotel de impedirle la luz de sus farolas a estos estudiantes buscando la luz de la educación. Sin embargo, teniendo en cuenta el contexto y el auge de la inseguridad galopante en el país se puede entender que para la quietud de los que se hospedan en el hotel es mejor que no haya gente “extraña” al mismo hotel.
Y hay que saber también que si hoy ustedes observan tres estudiantes mañana puede haber diez. Luego vendrá un vendedor de agua y jugos embotellados, luego una vendedora de “fritay” y en poco tiempo el frente del hotel se puede convertir a la imagen de Puerto Príncipe en otro mercado ambulante. (JoJo 17/01/07 collectif haiti de provence sur http://ayitisoupye.spaces.live.com)

Anónimo dijo...

soap schwalbe mirza facilitators morally remain than viathe complivit stuck suits
lolikneri havaqatsu