Haití vota

Al señor del video lo conocí el otro día repartiendo material electoral entre La Soufrière y Lassoudray. La trascripción de la conversación es la siguiente: ¿Qué tal? Bien, extranjero; ¿Va a votar mañana?; Sí, extranjero; ¿Tiene documento de identidad? Sí, extranjero.

Fueron cinco horas de pique, como dicen los militares chilenos, en las que cruzamos ríos, subimos cerros y más cerros, saludamos a agricultores, leñadores y vendedoras ambulantes, nos cruzamos con caballos, burros y vacas y hasta conocimos a la sección haitiana de la Fundación FAES de Aznar.

Hoy, a primera hora de la mañana ya había cientos de personas haciendo cola en los colegios electorales de Cabo Haitiano. Me han contado que, cuando en uno de esos centros de voto la espera empezaba a hacerse insoportable y la tensión era evidente en los rostros de los votantes, alguien ha entonado la primera estrofa de La Dessalinienne y el resto le ha seguido cantando a coro. Tras el himno los allí presentes han permanecido en profundo silencio aguardando su turno; la tensión se había esfumado.