Diccionario subjetivo kreyol (II)

Grangou: hambre. Antes se podía comprar un paquete de arroz por unos dos dólares haitianos (diez gourdes) pero ahora no te lo dejarán en el mercado por menos de cuatro. El precio de los productos básicos ha subido de manera espectacular durante el último año y las primeras protestas ya han comenzado.

Kiba: Cuba dedica buena parte de su cooperación internacional en Haití a la asistencia sanitaria. De ahí que ningún otro expatriado disfrute del respeto y consideración que los haitianos tienen por estos profesionales de la salud que trabajan en las zonas más remotas del país.

Konbelan: Es el ladrón de electricidad pero recientemente una empresa de placas solares adoptó este término como marca corporativa. El suministro eléctrico sigue siendo insuficiente en la mayor parte del país y los apagones (blakawout) son la regla. En casa tengo una hora de electricidad al día, aunque me las apaño con un inversor y cuatro baterías. Eso sí, el recibo de la luz llega sin falta a final de mes y si me retraso un día en el pago me la cortan inmediatamente.

Bogota: coche en mal estado y prueba de que humor no les falta por aquí. Otros términos útiles en carretera: en caso de pinchazo, ahí está el kawoutchoumann para echarte una mano; si lo que falla es el conductor puedes desahogarte con un “tèt mato”, literalmente cabeza-martillo para meterte con los primerizos o llamar “chofè kafou” al que veas pasándose por el forro las pocas normas viales que aún se respetan por aquí.

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